POR MARÍA LAURA AVIGNOLO
Iniciaron acciones civiles y penales en tribunales de Francia contra la revista Closer, que publicó las imágenes.
PARIS. CORRESPONSAL - 18/09/12
El príncipe William está convencido de que Kate, su mujer y futura reina británica, no deberá sufrir la misma persecución de los “paparazzi” del mundo como su madre, la princesa Diana. Esa es la verdadera razón por la que los duques de Cambridge iniciaron ayer no sólo acciones civiles sino también penales en los tribunales de Francia. Con ellas pretenden impedir que se reimprima Closer , la revista de chismes que publicó fotos de la duquesa en topless en un chateau de Provence, o revendan las imágenes, y también conseguir la identificación y condena del fotógrafo y el editor, en un proceso penal sin antecedentes para el palacio de St. James, pero decidido personalmente por el hijo de Diana.
La primera decisión judicial sobre el tema se conocerá hoy al mediodía en el tribunal de Nanterre, en los suburbios de París.
El escándalo del topless de Kate arruinó la gira de nueve días de la pareja en Asia del Sur, en representación de la reina durante la celebración de su Jubileo de Diamantes. En coordinación con su padre y el palacio, William consensuó cada una de las acciones, en medio del protocolo y una agenda de actividades pesada en Malasia, Borneo y ahora las islas Salomon. A todos impresionó “el profesionalismo” de la duquesa, que continuó sus actividades sonriendo como una veterana Royal , a pesar de estar atravesando los peores días de su vida protocolar. El estaba indisimuladamente furioso y agobiado .
Los abogados franceses de los duques han elegido estos caminos civil y penal simultáneos para que “la invasión a la privacidad “ sea sancionada duramente y se reinstale con los editores la continuidad de la “tregua” de honor. Un mecanismo no escrito, que se estableció después de que la princesa de Gales muriera en un accidente de automóviles en París, en 1997, y se acusara a los fotógrafos que la seguían de haberlo provocado.
En el tribunal de gran instancia de Nanterre, los letrados pidieron una “injuction” que impida a la revista Closer reimprimir los ejemplares que tienen a Kate en topless en la tapa, la cesión o venta de las fotos. Además, buscan imponerle una multa de 100.000 euros , si la revista no cumple la ordenanza y la misma cifra si no remueve a las fotos de cualquier medio digital de comunicación.
Se apoyan en el capítulo 9 del código civil francés. La decisión sorprende en Francia porque en esta instancia las celebridades exigen una compensación monetaria por el daño hecho. Esto es lo que menos le importa al palacio, que no exigió daños y perjuicios. Los Royals quieren imponer un límite definitivo a los editores y a la exposición de su vida privada –como el que consiguió Carolina de Mónaco en los tribunales franceses– al llevar el caso a la justicia penal.
Por eso quieren conseguir la condena bajo el código criminal por “invasión de la privacidad”, donde el editor acusado puede cumplir un año de cárcel y una multa que puede llegar a 45.000 euros.
Closer se puede apoyar en el amparo al secreto de las fuentes y no revelar quién es el fotógrafo.
Aureliene Hamelle, que representa a los duques de Cambridge en el tribunal, dijo que las fotos publicadas eran íntimas y personales, que no tenían lugar en la tapa de una revista. Estableció un paralelo entre estas fotos y la persecución a la princesa Diana.
La abogada de Closer, Delphine Pando, argumentó que las fotos en topless “no son consideradas shockeantes en una sociedad moderna”. Las leyes de privacidad en Francia son draconianas. El fondo del caso se resolverá mas tarde. El palacio de St James busca “una respuesta proporcionada” de los tribunales franceses. Aún no sabe si adoptará el mismo recurso judicial en Italia e Irlanda, donde también se publicaron las fotos.
