lunes, 25 de febrero de 2013

Ensayos sobre religión y cultura maya

Presentación del libro Diversidad Cultural en Quintana Roo
Antonio Higuera Bonfil, firma libros sobre Diversidad Cultural en Quintana Roo

Lectura reflexiva, científica, presentada en la FILPM, por Margarito Molina Rendón, investigación escrita y coordinada por el Dr. Antonio Higuera Bonfil

Ciudad de México.- El antropólogo Margarito Molina Rendón, presentó ante numerosos visitantes en el stand de Quintana Roo en la FILPM,  el libro Diversidad Cultural en Quintana Roo- Ensayos Sobre Religión y Cultura Maya, escrito por Antonio Higuera Bonfil, Gabriel Vázquez Dzul, Manuel Buenrostro Alba, Gilberto Aviléz Tax y Alesio Zanier.

La secretaria de Cultura, Lilián Villanueva Chan, explicó que el interés del gobernador del Estado, Roberto Borge Angulo, de presentar este libro en la edición XXXIV de la FILPM, obedece a la necesidad de difundir la lectura reflexiva-científica y dar a conocer el resultado de los investigadores de Quintana Roo.

La obra es una coedición de la Secretaría de Cultura, a través de su subsecretaría de culturas populares e indígenas y la Universidad de Quintana Roo; está integrada por cinco ensayos, cinco estudios de caso, investigación que coordinó el Dr. Antonio Higuera Bonfil, antropólogo especializado en el tema de la religión. 

Higuera tiene también una vasta producción, donde ha abordado la historia en el siglo XX de este estado del Caribe mexicano; asimismo, ha realizado estudios sobre una frontera poco conocida, como es la de México con Belice. Higuera Bonfil es un investigador imprescindible para conocer y entender el Quintana Roo de hoy.

Molina Rendón durante su amplia presentación comentó que el estudio contempla cinco ensayos: Comer y Creer. El dilema cultural de la comensalidad y la religiosidad entre poblaciones indígenas del sur de Quintana Roo, de Gabriel Vázquez Dzul. Las mujeres mayas frente al sistema de justicia indígena de Quintana Roo, de Manuel Buenrostro Alba.   Los derechos de los pueblos indios en México, de Gilberto Aviléz Tax.  Y La preservación de la lengua y cultura maya: el caso de Tihosuco, Quintana Roo, de Alesio Zanier.

Molina Rendón, comentó que los investigadores escriben los resultados de sus estudios y corresponde al lector aprovechar esta producción de conocimientos. Agregó que, como se señala en la introducción del libro, desde el surgimiento del territorio federal de Quintana Roo (1902), el espacio ha sido un crisol cultural.  Diversos grupos humanos se han asentado en un lugar que era ocupado exclusivamente por el mayoritario grupo indígena maya. De diversos lugares del país y del extranjero han llegado.

El antropólogo Molina dijo, que si se buscara una imagen adecuada, Quintana Roo asemeja a ese movimiento cardíaco de la sístole, de contracción, de atracción de diversos grupos de migrantes que portan en sus maletas particulares ropajes culturales que conviven con la vieja cultura maya del lugar.  De ese fenómeno resulta una diástole, una convivencia relajada de diversas culturas, de una diversidad que es la característica particular de la identidad de ese territorio humano llamado Quintana Roo.
El libro aborda dos aspectos que muestran algunos de los rostros culturales del sur y el centro de Quintana Roo: la religión y los derechos indígenas.  El trabajo de estos dos ejes temáticos permite conocer, por un lado, cómo la diversidad de creencias religiosas  en la ribera del río Hondo y en dos comunidades de campesinos migrantes no genera tensión social, sino alteridad y adaptación cultural.

Por otro lado, el eje temático de los derechos indígenas, da a conocer realidades que están por encima del debate de la diferenciación de derechos entre ciudadanos mexicanos y el de los pueblos indígenas.  En una legislación alternativa los derechos indígenas se materializan  y permite acciones concretas como la valoración de los usos y costumbres y la preservación de la lengua.  

Finalmente Molina dijo que en Quintana Roo, la investigación social, progresiva, sistemática y contundente, tiene escasos 25 años.  Este avance es de gran mérito, pues se nota  la maduración de los investigadores y el surgimiento de nuevos académicos que están aportando elementos novedosos para conocer a Quintana Roo en sus múltiples facetas sociales, históricas y culturales.