A “Tin Tan” se le criticó por imitar los gestos y la vestimenta del “pachuco”. Decían que era pocho, vulgar, agringado, greñudo, incoherente, entre otras cosas. Octavio Paz lo tildó de “clown simiesco”. Total, no a todos les gustaba, pero su lugar privilegiado en la historia del cine mexicano lo tiene, y nadie lo puede negar. Entre 1956 y 1959 filmó un total de treinta películas, casi ocho por año. Nadie más lo hizo. Curiosamente, sólo en sus primeras películas, dirigidas por Humberto Gómez Landero, lo presentaron en el personaje de pachuco, después de 1948 fue un personaje totalmente distinto, incalificable. Para 1950 “Tin Tan” se posicionó la figura más taquillera a nivel nacional, y la mejor pagada, por arriba de María Félix y Cantinflas. Parodiar todo lo parodiable fue la fórmula del éxito con Martínez Solares. Si en Estados Unidos, Tyrone Power filmaba La marca del zorro, aquí él hacía La marca del zorrillo. Parodió varios cuentos clásicos, como La Cenicienta, con El Ceniciento, y La bella durmiente, con El bello durmiente. Si James Dean era Rebelde sin causa, “Tin Tan” fue Rebelde sin casa. Así, casi nada ni nadie se salvaron de su agudo sentido del humor. Textp de Ja Re Pipo