martes, 22 de febrero de 2011

El arte como negocio

Proyectan congreso y “cluster” de turismo artístico-cultural

Armando CÁCEDA
armandocaceda@yahoo.com.mx

Tijuana, Baja California, Febrero 21, 2011 — Desde el siglo XX, para no irnos más atrás, se sabe por la vida y obra de Picasso, Dalí y Warhol, que “el arte puede establecerse como negocio; acompañándose de la belleza como adicción; la juventud como tesoro; y la fama como única señal del éxito”.
El futuro del presente son las industrias de los video-juegos y el cine-animación en 3D (y sus respectivos 'cluster' culturales relacionados), de los más rentables del siglo XXI. Y ojo, un grupo de emprendedores locales y nacionales, está haciendo aquí esfuerzos significativos en uno de estos rubros, con tecnología de punta, de lo que muchos, ni cuentas.
Por esto nos sorprende gratamente que un negocio propio de Rodolfo Álvarez, originario de la ciudad de México, reverdezca desde diciembre de 2009 con su bazar La Pajarita, ofreciendo chácharas y “triques”, resultado de sus viajes y su afición por coleccionarlos. De paso se da a conocer en la colonia Cacho, (ubicada al final de la avenida Revolución, en los antiguos límites del centro histórico de esta ciudad fronteriza). Así él trata de lograr establecerse y mostrar su “arte de de vivir”, a diferencia de muchos otros vendedores, promotores o gestores culturales locales que prefieren vivir en las sombras.
Posiblemente, Álvarez como fundador y director general, desde 1998, del centro cultural Alborada (alborada286@yahoo.com) —localizado en la calle Aguascalientes, parte superior de la finca, donde también está La Pajarita— también puede considerarlo “negocio propio”. Y, por qué no, pensar que más adelante se le pueda ocurrir tratar de adquirir el Café Argüello, recientemente instalado en sociedad con otros dos conocidos promotores culturales, Max Mejía y Óscar Soto, en pleno centro histórico de esta ciudad, en un acceso al Hotel Nelson, de cara a lo que actualmente es la Plaza Santa Cecilia y antiguamente se denominó Callejón Argüello.
Mientras tanto, Álvarez mece en un sueño, su proyecto de (Art-resort-hostal-restaurant) La Pajarita. Todo lo cual“negocios propios” y proyectos, por el momento, son la parte visible de su actual contribución a la organización del ambicioso proyecto de vertebrar y dar vida a un “cluster de turismo artístico-cultural” en Tijuana: Colonias Cacho-Centro-Playas.
En varios otros espacios con perfiles similares se viene hablando y tratando acerca de este corredor de intereses y “acercamientos muy viables” frente a las secretarías de Economía y de Turismo, a nivel federal y estatal, las que deberían dar el espaldarazo de confirmación y viabilidad de un “Congreso Internacional de Clusters Artístico-Culturales” por organizarse, en Tijuana, Baja California, México, entre 2011 y comienzos de 2012.
“El arte no es un simple acto social ni tiene como fin una patria ordenada y decente, sino que el arte es trasgresión y escándalo, ruptura y continuidad [–pero mucha atención–], investigación y estudio, placer y conocimiento. Un reactivo que nos cambia de mil formas distintas, que no nos deja vivir en la rutina de las cosas ya hechas, Herencia universal y legado gratificante. Bien común que entre todos construimos y entre todos preservamos”, conceptúa el escritor mexicalense Gabriel Trujillo, en torno al “derecho a la cultura: derecho a la libertad”, en la Memoria del Foro Estatal sobre la Ley General de Cultura, 2010, que quedó en el limbo de las movidas y promesas fallidas. Y él mismo, constata y concluye que, “en un un país como el nuestro las leyes no imponen, las prácticas sociales son las que llevan la batuta.”
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