Esta carta fue el último golpe en vida que Raúl Velasco le dejó a Cepillín, su eterno rival y con quien no pudo hacer las paces, antes de irse. Una carta que lleva su firma junto a los logos de Siempre en domingo y Televisa, donde le negaba la oportunidad de presentar al hijo de "El payasito de la tele", tal como lo hizo con él en los 70s.
Ricardo González Gutiérrrez trascendió como uno de los payasos más importantes y, la primera persona en abrirle paso dentro de los pasillos de Televisa fue la actriz, Carmen Salinas. Estando allí le pidió una oportunidad al famoso conductor para aparecer en su programa y este le dijo que no, pues solo presentaba artistas ya consagrados y no anónimos. Tras ese rechazó buscó nuevas oportunidades que se la brindó el icónico teatro Blanquita, donde se convirtió en todo un éxito con los niños. Este alborto popular llamó la atención del poderoso Emilio "El tigre" Azcárraga, quien buscando diversificar su parrilla de contenidos, lo contrató. Le dieron un programa de una hora desde 1977.
En Perú, la icónica, Yola Polastri la incluyó en su repertorio, y es que "En la feria de Cepillín" se convirtió en una de sus canciones más versionadas en el mundo. Su audiencia familiar del programa fue tal que empezaron las comparaciones con Raúl Velasco, para ese entonces, la estrella del canal.